El jardín de las delicias literarias donde algún dios me colocó para escribir.
Aquí los bienaventurados gozan de la presencia de la opinión.
¿Qué esperas? Es un territorio donde la ausencia de impuestos y controles a la autonomía y subjetividad te permite decir lo que quieres, con argumentos.
¡Construyamos literatura!